Pertenencia, Compromiso y Gratitud con tu Empresa

En ocasiones impacta el alto grado de insatisfacción de los empleados por el ritmo acelerado y estresante de su carga laboral, y más grave aún, cuando se escucha lo anterior en las empresas que velan por tener un buen clima organizacional, e inclusive en aquellas que han ocupado honrosas posiciones como “el mejor lugar para trabajar”.

No pretendo desconocer la anterior realidad, sólo quiero compartirte, para que no te agobies por lo que hoy se vive en el mundo empresarial.

Desafortunadamente los empleados piensan que esta situación es muy particular de su empresa, y es aquí cuando empiezan a surgir puntos de quiebre en la relación laboral con su empleador, o simplemente un estado de resignación y aguante.

Si lo anterior te hace click, la primera pregunta que te comparto, es: ¿cuál es el criterio de medición o con qué estás comparando?, podrías responderte a ti mismo: “es que en la empresa en que yo trabajaba hace tres años no era así, allá eran considerados, más humanos, menos abusivos”, etc.  Te reto a que llames a un colega en la mencionada empresa para que logres hacer una comparación en tiempo real, y sucedería lo esperado: darte cuenta que no es tu empresa, sino las condiciones nuevas del mercado y del mundo moderno que ha modificado los estándares de exigencia a todo nivel, y es sólo desde esta nueva visión que podrás empezar a cambiar ese lenguaje reactivo que hoy te limita, desmotiva y/o te resiente:

  • Hoy dices: “es que aquí el trabajo es muy duro”, más bien repítete: “la exigencia del mercado y de los clientes nos pide trabajar con mayor calidad y profesionalismo”.
  • Piensas: “es que aquí no queda tiempo ni para un café”, más bien piensa que… “En un mundo tan dinámico y veloz, debes aprender a optimizar tus recursos como, por ejemplo: la gestión del tiempo”, de tal manera que tú logres que sí te quede tiempo para el café.
  • En fin, podríamos seguir listando infinidad de soluciones desde el cambio de lenguaje y de perspectiva, pero esto no sería suficiente, se necesita un cambio más estructural, que involucre a empleados y empleadores, hoy nos enfocaremos en la parte que nos corresponde como empleados, en otra entrega abordaremos lo que compete a los empleadores.

Una muy buena ayuda para que logres incorporar la anterior perspectiva, será que no sólo esperes que la empresa te agradezca y reconozca tu trabajo abnegado y profesional (infortunadamente no siempre lo hará), por ello mejor podrías preguntarte qué motivos de gratitud tienes hoy, y desde aquí trabajes tu automotivación:

  1. Pertenecer a una empresa que hoy hace historia y ha contado contigo para ser protagonista en ese impacto, importante y enriquecedor para ti es poder pertenecer a… y no estar aislado, sentirte útil y satisfacer tu necesidad de aportar para la transformación del mundo.
  2. Por tu crecimiento: Has aprendido y crecido como ser humano y como profesional.
  3. Porque construyes tu Proyecto de Vida: Gracias a tu empresa has podido fijar metas y perseguir sueños, has mejorado en tu calidad de vida.
  4. Te invito a que profundices y hagas tu propio listado (te garantizo que si te tomas el tiempo, te sorprenderás de lo largo que podría resultar) y aunque sea tan obvio, cae en cuenta de todos tus egresos y sé consciente que si tienes buen manejo de tus finanzas los cubres, gracias al ingreso que hoy te da la empresa como contraprestación y reconocimiento a tu excelente trabajo.

Finalmente, cuando te vuelva a asechar el bicho de la desmotivación, la fatiga y el estrés, sólo conéctate con el recuerdo de lo que hoy agradeciste a tu empresa y revisa siempre tu listado, sigue viendo lo que sí te dan, no sólo pienses en lo que no tienes y descubrirás cómo tu observador ha cambiado.

Como sé que te queda un sinsabor y ahora te preguntas ¿Y mi empleador qué está haciendo?, te prometo que la próxima píldora de la sección Excelencia Organizacional, irá dirigida a él para que tenga también su momento de reflexión. No te la pierdas.

Anímate, sé generoso en agradecer y haz tu propia lista