Plenitud Personal

Un elemento fundamental del ser humano, que lo hace diferente a toda criatura existente, es la capacidad de soñar, fijar metas y estar permanentemente en la búsqueda de su Plenitud Personal. Es una aventura que comienza desde muy temprana edad, sin embargo, con el correr del tiempo olvidamos nuestros sueños o metas más profundas, presentándose en ocasiones una desconexión total con nuestro propósito original, hecho que nos lleva a vivir a veces sin pasión por lo que hacemos; o siendo apasionados y felices, sentimos que falta un no sé qué a nuestra existencia.

 

Una muy buena noticia es que, si en algún momento tienes esta sensación, éste será el comienzo para destapar, quitar escombros y/o soplar cenizas que a lo mejor hoy puedan estar asfixiando u ocultándote tu fuego original que con seguridad aún no se te he extinguido; basta con que vuelvas la mirada hacia ti mismo y valientemente te hagas algunas preguntas que te permitan caer en cuenta de…

  • ¿Lo que vivo hoy está acorde a lo que yo quería y soñaba para mí?
  • Donde estoy ahora, ¿era lo que yo visualizaba para mí hace unos cinco, diez, veinte o treinta años atrás?
  • ¿Qué concepto de felicidad he construido para mí a lo largo del tiempo?
  • ¿Me siento feliz frente a lo que soy y a lo que vivo?

He dejado como última pregunta la más absurda e incómoda, pero si te das el regalo de pensarla durante estos días, ésta podría abrirte la puerta para empezar a recorrer el camino de la co-creación consciente de la felicidad y poder seguir viviendo desde un propósito sublime:

 

Lo que haces en este momento, ¿serías capaz de hacerlo gratis?

Esta pregunta me he atrevido a hacerla a muchos de mis Coachees, y en general me encuentro con tres tipos de respuestas:

  • Quienes, con una sonrisa y un brillo en los ojos sin pensarlo, pero convencidos, me dicen: SÍ
  • Otros que, con una mirada perdida hacia arriba, después de pensarlo me dicen: nunca me lo había planteado, pero sí podría hacerlo gratis.
  • Finalmente, los que de forma inmediata o pensándolo dicen: NO

Y por qué mi interés de enfocarme en las personas que humilde y valientemente han dicho No, o en quienes sienten un SI desafinado, porque los primeros corren el riesgo de ir por la vida resignados haciendo algo para subsistir y poder tener una vida digna, y los segundos sienten que su vida es como una montaña rusa, llena de bajadas y subidas bruscas que no les producen emoción y adrenalina, sino miedo y tristezas; y al final para ambos (los del No y el SI desafinado), esa manera de vivir con seguridad no terminará siendo muy sana y mucho menos gratificante; corriendo el riesgo de desconectarse del propósito y  caer en el sin-sentido, convirtiéndolos en “uno más entre la multitud”.

Quiero entonces dejarlos motivados a que nos adentremos mediante las próximas entregas en los aspectos más relevantes para una construcción responsable de Tu Plenitud Personal.